NAZARENO GANDIA

 

> Texto: Miguel Fons, Consiliario de la Hermandad

Madre de consuelo, que experimentaste un dolor tan fuerte al encontrar a tu querido Hijo con la Cruz a cuestas en la calle de la amargura, ayúdame a cambiar mi corazón para no aumentar más el peso de su Cruz con nuevas ofensas y pecados, causa de su muerte y de su tristeza. María haz que pueda ser para Jesús otro Cireneo y que pueda ayudar a llevar la Cruz a mis hermanos más débiles.

En nuestra vida hay momentos que el camino se hace áspero y duro donde la oscuridad y el sinsentido nos desconcierta, es ahí, donde aparece María, nuestra madre, que con su presencia y cercanía nos ayuda a seguir adelante y remontar de nuestra postración para llegar a la meta.