El nuevo gran tesoro de la Hermandad

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DOLOROSA MUSEO cuenta desde el pasado 16 de febrero con una nueva obra artística de valor incalculable. Se trata de una talla de una Dolorosa del siglo XVIII que ha sido donada por la familia Casanova Segura. La imagen, que se encuentra en el interior de una urna isabelina, se halla en perfectas condiciones a pesar del paso del tiempo.

Sin duda alguna es una excelente noticia para la Hermandad, que ve cómo su patrimonio artístico crece de forma significativa con tal magna pieza artística.

La escultura, cuyo autor se desconoce, representa a una Dolorosa coronada sentada y vestida, con un marcado rostro afligido y de resignación tras recibir el cuerpo de su Hijo. Entre sus manos sustenta el sudario con el que se ha envuelto el cuerpo.

La escultura tiene unas dimensiones de 87×35 cm. Tanto su vestido como la capa son de velludillo negro bordados con hilo de oro. Un corazón atravesado por siete puñales le confiere su identidad.

La Virgen está doblemente coronada; con una corona real que le acredita como Reina de los cielos y  con otra corona compuesta por doce estrellas de siete puntas. Ambas están diseñadas en latón dorado.

Los propietarios de la imagen desconocen la autoría de la misma ni la fecha en la que fue esculpida, pero según la tradición oral, pues la imagen ha ido pasando de padres a hijos, su origen se remonta a finales del siglo XVIII. Así, la primera propietaria de la que se tiene constancia fue la familia Moreno Conca, abuelos de los actuales donantes. Posteriormente pasó a los Segura Moreno, familia materna de los donantes. Según testimonios esta imagen desfiló por las calles de la ciudad tras la Guerra Civil.

En breve, la Hermandad iniciará un proyecto de restauración de la misma para que esta vuelva a lucir con su máximo esplendor. La Dolorosa agradece encarecidamente a los propietarios de la imagen su donación.