DOLOROSA GANDIA

 

> Texto: Miguel Fons, Consiliario de la Hermandad

PRIMER DOLOR. LA PROFECÍA DE SIMEÓN (LUCAS 2, 22-35)

Madre tierna, cuando feliz ibas a presentar a tu Niño de cuarenta días al Templo de Jerusalén, padeciste un dolor intenso al oír, de los labios del Santo Profeta Simeón, que una “espada de dolor iba a atravesar tu Corazón”, haz que te ame cada día más y que cuando me toque presentarme ante el Trono divino para dar cuenta de mi vida, oiga a Jesucristo, Juez universal, decirme tiernamente: “He oído a mi Madre hablar de ti”.

En los planes que Dios tiene para nuestra vida, siempre estará presente la Cruz, el negarnos a nosotros mismos y seguir a Jesús, negar nuestra voluntad para hacer la de Dios. Todo esto que parece triste y negativo, es en definitiva la fuente de la verdadera alegría. La alegría de la Fe.