LA PROFECÍA DE SIMEÓN
> Texto: Miguel Fons, Consiliario de la Hermandad

En la Presentación de Jesús en el Templo, María escucho las palabras de Simeón, “Este Niño está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten, será un signo de contradicción…y a Ti una espada te atravesará el Alma”. La inmensa caridad de María por la humanidad hace que se cumpla, también en Ella, la afirmación de Cristo: “Nadie tiene amor más grande que el que da su vida por sus amigos”.

Por eso la Iglesia la reconoce como Corredentora con su Hijo que es el Redentor. Por este dolor concédenos, Madre, la gracia de poder colaborar con la Redención de Cristo, completando en nosotros lo que resta a la Pasión del Señor, en beneficio de toda la humanidad.