Carta abierta a los cofrades 2016

 

 

Texto: Juan Alama Chova (Hermano Mayor de la Ilustre Hermandad Nuestra Señora de los Dolores)

Cuatro años de ejercicio (2012-2016)

 

Queridos cofrades:

A las puertas de una nueva Semana Santa es el monento de detenernos en el camino y reflexionar. Echar la mirada atrás y ver cuál ha sido nuestro papel en todo este año. Es un buen momento para hacer un examen interior y buscar en qué hemos sido un poco mejor.

Estamos en el año de la Misericordia. Las puertas de las iglesias, cada vez más vacías, se abren para acercarnos para ser un poco mejores, alejados de malicias y egos.  La misericordia es compadecerse del prójimo mostrando amabilidad, asistencia, PERDÓN y RECONCILIACIÓN. Es la virtud que impulsa a ser benévolo a la hora de valorar la actitud del prójimo. Como su etimología nos indica (del latín misere: necesidad; cordis: corazón;  ia:hacia los demás) Tener un corazón solidario con aquellos que tienen necesidad. Ayudar al prójimo. El Papa Francisco nos dice que “atravesar la Puerta Santa en este Jubilio es signo de una verdadera conversión de nuestro corazón. Cuando atravesamos aquella Puerta es bueno recordar que debemos tener abierta también la puerta de nuestro corazón”, dice Francisco.

La Misericordia no debe permanecer como una bonita palabra sin más, sino ponerla en práctica. Amar y perdonar son el signo concreto y visible que la fe ha transformado nuestros corazones y nos permite expresar en nosotros la vida misma de Dios. Amar y perdonar como Dios ama y perdona. Este es un programa de vida que nos empuja a andar sin cansarnos, con la certeza de ser sostenidos por la presencia paterna de Dios.

No quisiera desaprovechar la ocasión para animaros a seguir adelante. A buscar la indulgencia. A seguir el camino del Padre a través de la intercesión de nuestra Madre Dolorosa.

Estamos en el último año del actual mandato. Me gustaría aprovechar la ocasión para dirigirme a ti, cofrade, para darte las gracias por haber confiado en mí y en mi equipo. Durante estos últimos años hemos trabajado duro para dirigir una de las hermandades con más solera de la ciudad. Una hermandad que con sus acciones ayuda a engrandecer la Semana Santa de Gandia. Sin ir más lejos, como recordarás hace unos meses S.M. el Rey, Felipe VI, aceptaba nuestra invitación de ostentar el cargo de Hermano Mayor Honorario. Es para todos nosotros un orgullo ser una de las pocas Hermandades de España en contar entre sus hermanos a tan ilustre persona. Si Dios quiere, y la asamblea así lo acuerda, durante la próxima legislatura se podrá cerrar el proceso que nos conducirá a ser Real Hermandad Nuestra Señora de los Dolores.

Pero al margen de esta distinguida acción, hemos logrado otras. Nuestra Madre desfila por las calles de la ciudad acompañada por el Cuerpo de Policía Nacional de Gandia que se encarga de custodiarla, enalteciendo así la figura de nuestra Madre. Una acción que le confiere la solemnidad que requiere y que dignifica a la Hermandad.

Uno de los grandes proyectos de esta legislatura ha sido, sin duda alguna, la redacción y aprobación de los nuevos estatutos de la Hermandad que se ha llevado a cabo este último año. Los terceros de la Historia de la Hermandad, desde su refundación en 1954, que sustituyen a los anteriores, de fecha 16 de abril de 1984, y con los que se ha regido la Hermandad durante estas últimas tres décadas. La obligación existente por parte del Arzobispado ha hecho imposible dilatar más la adaptación de nuestros estatutos al modelo presentado por el órgano eclesiástico. De este modo, contamos con unos estatutos más completos, actualizados, modernos y con el rigor que requieren para el buen funcionamiento de la cofradía.

Este año hemos iniciado el proyecto del Belén de la Dolorosa. Atendiendo a nuestras posibilidades hemos arrancado con el diorama que representa al Nacimiento de Jesús. Es idea de esta directiva ir añadiendo cada año un pasaje bíblico hasta completar un belén que se convierta en un referente de la ciudad digno de ser visitado por grandes y pequeños.

Esta revista que tienes en tus manos cumple este año su  cuarta edición. Fue un objetivo prioritario de la directiva recuperar una publicación que había desaparecido con el paso del tiempo. L7D ha sido, es y será, una ventana de opinión de profesionales de primer orden. Así han colaborado desinteresadamente P. Miguel Navarro, catedrático de Historia de la Iglesia de la Facultad de Teología de Valencia, Marisa Viejo, doctora en Filología y licenciada en Sagrada Teología por la Universidad Lateranense de Roma, Francisco J. Soler, doctor en Filosofía por la universidad en Bremen, Dominik Kustra, miembro de Ayuda a la iglesia necesitada, Andrés Brito, doctor en Ciencias de la Información, Beatriz Rodrigo, directora de comunicación del Hospital comarcal Francesc de Borja y Francisco Sacristán Stivi, médico de la Hospitalidad Valenciana, entre muchos otros. Un elenco de colaboradores que han contribuido a engrandecer la hermandad a través de una revista totalmente consolidada que se ha encargado de darle continuidad al trabajo desempeñado, durante muchos años por el ex-Hermano Mayor, Antonio Picot. Desde aquí también me gustaría agradecer la colobaración de todas aquellas empresas que año tras año han participado en este proyecto.

Durante estos cuatro años también hemos tenido tiempo para atender a las nuevas tecnologías. La puesta en marcha de la nueva página web (dolorosagandia.com), así como los distintos perfiles en las redes sociales se establecen como elementos de comunicación que nos acercan un poco más a los cofrades en particular, y al público en general.

El año pasado le dimos un fuerte impulso a la procesión del Viernes de Dolor. Introdujimos la participación de la Coral Polifónica “Sagrada Familia” de Gandia dirigida por Telmo Gadea. Esta se encargó de cantar en plena calle los distintos dolores. Este año, no se le ha dado continuidad a dicha iniciativa al celebrarse el acto en el interior de la Iglesia del Beato. Es voluntad de esta directiva retomar dicha actuación al año que viene, así como instaurar un concurso anual para la elaboración del cartel anunciador de dicha procesión.

Pero al margen de todo ello, queda todavía mucho por hacer. Esta junta directiva ha detectado la necesidad de restaurar el trono-anda de la Virgen, que se encuentra muy deteriorado tras la última restauración realizada hace cinco años, y dotarle de un mecanismo articulado para poder vestir a la Virgen en nuestro propio local. La directiva cuenta con los respectivos presupuestos, pero desgraciadamente la crisis económica también ha hecho mella en nuestra Hermandad. Los retrasos en los pagos del consistorio nos obligan a buscar otros recursos para mantener nuestro patrimonio en las condiciones que requieren. A pesar de los esfuerzos realizados en el capítulo de gastos y en la búsqueda de otras vías de ingresos atípicos, como han sido la venta de las pulseras de la Hermandad y el sorteo extraordinario de lotería de verano, nos es imposible poder alcanzar dichas empresas.

No me gustaría terminar esta carta sin dar las gracias a todos aquellos que me han ayudado, durante todos estos cuatro años, a hacer mejor las cosas, a intentar apaciguar los ánimos, a engrandecer el nombre de la Hermandad y en definitiva a ser mejor persona. Han sido muchos los frentes abiertos que poco a poco, con la ayuda de mi junta directiva, hemos ido cerrando, aunque no todos con el grado de satisfacción que nos hubiera gustado.

Pensamos que durante todo este tiempo hemos logrado mejorar la proyección de la imagen de la Hermandad hacia el exterior y es nuestra voluntad seguir haciéndolo.

Que María, Madre de Dios y Dolorosa nuestra, nos ayude siempre en la difícil tarea de velar por la Hermandad.

Madre Dolorosa, ruega por nosotros.