Real e Ilustre Hermandad de la Dolorosa
Grupo escultórico
Hábito
Cirial/Báculo
Estandarte
Dónde estamos
Contacto
¿Quién dijo que la vida fuera fácil? Acaso ¿nadie ha visto cómo en su vida se instalaba el dolor en alguna ocasión? El sufrimiento entra y sale de nuestra vida sin perdirnos permiso. Un sufrimiento que a la vez nos hace fuertes y que nos invita si cabe todavía un poco más a nuestra Madre Virgen Dolorosa.
SaludaPermitidme que me dirija a todos vosotros desde esta nueva página web con la que la Real Hermandad se adentra en las nuevas tecnologías 4.0. A través de esta web se digitalizan diversos trámites de la Hermandad para facilitar un mejor funcionamiento, así como se abre una ventana a la colaboración.
Leer másLa Semana Santa de Gandia y la Ilustre Hermandad Nuestra Señora de los Dolores, están de enhorabuena. S.M. el Rey de España, Don Felipe VI, es desde el pasado mes de septiembre, Hermano Mayor Honorario de la Ilustre Hermandad Nuestra Señora de los Dolores de Gandia.
Leer másInformación de interés
más contenido
-
OraciónSeñora y Madre nuestra: tu estabas serena y fuerte junto a la cruz de Jesús. Ofrecías tu Hijo al Padre para la redención del mundo. Lo perdías, en cierto sentido, porque El tenía que estar en las cosas del Padre, pero lo ganabas porque se convertía en Redentor del mundo, en el Amigo que da la vida por sus amigos. María, ¡qué hermoso es escuchar desde la cruz las palabras de Jesús: "Ahí tienes a tu hijo", "ahí tienes a tu Madre". ¡Qué bueno si te recibimos en nuestra casa como Juan! Queremos llevarte siempre a nuestra casa. Nuestra casa es el lugar donde vivimos. Pero nuestra casa es sobre todo el corazón, donde mora la Trinidad Santísima. Amén.
Alimentar la FE
SIGAMOS EL EJEMPLO DE NUESTRA MADRE
- Se reza un Padrenuestro y siete Ave Marías por cada dolor de la Virgen. Al mismo tiempo le pedimos que nos ayude a entender el mal que hemos cometido y nos lleve a un verdadero arrepentimiento. Al unir nuestros dolores a los de María, tal como Ella unió Sus dolores a los de su Hijo, participamos en la redención de nuestros pecados y los del mundo entero.
- En la Pasión y Crucifixión hay dos personajes que pagaron con sus propias vidas el precio de nuestra redención: Cristo, nuestro Salvador y redentor, que con su sangre preciosa, lavó nuestros pecados y nos abrió la puerta del Cielo. Y María, la Madre dolorosa, la corredentora, que por su amor inmenso hacia Jesús, padece la agonía de su hijo, y así consumida de dolor, inmersa en el cáliz de la sangre redentora de su Hijo, comparte plenamente el sacrificio salvífico de Jesús. …y todo por amor a nosotros!