Parece el otro día cuando empezó este viaje, tras dos largos años de vice-hermano junto a mi antecesor, Juan Alama, y ya han pasado ocho años, dos mandatos consecutivos completos, en los que la lluvia y la pandemia impidieron desfilar durante tres años. Atrás quedan esas anécdotas, como las del nuevo carro y los problemas con sus ruedas. Atrás queda también el problema de iluminación con el trono-anda minutos antes de comenzar la procesión que obligó a desfilar solo con una parte del trono iluminado. Son anécdotas que para nada empañan el balance conseguido. Un balance que posiblemente se decanta más por lo positivo que por lo negativo.
Es momento de hacer análisis y ver todo aquello que se ha hecho durante este largo período que ha servido para posicionar dentro de la Semana Santa de Gandia a la Real e Ilustre Hermandad Nuestra Señora de los Dolores de Gandia. Un posicionamiento que va más allá de lo estrictamente procesional. Nos conduce a una vertiente cultural evangelizadora que completa el sentido religioso de la Hermandad. Y lo hemos conseguido a través de diferentes herramientas. La primera de ellas, la publicación L7D. Una revista que si bien es cierto se lanzó siendo vice-hermano mayor, logró la madurez en estos últimos ocho años. Doce números repletos de contenidos que han sabido perpetuar la advocación de la Virgen Dolorosa a través de sus Siete Dolores. Una publicación que abría un espacio para los más pequeños, a través del audiocuento protagonizado por la insaciable Lola. Iniciativas también que se complementan con el rediseño por completo de la página web, la tercera desde que se creara en el mandato de Jorge Rocher. Una web dolorosagandia.com que resulta una fuente inestimable de información y de archivo histórico digital de la Hermandad. A través de ella se puede acceder a la colección completa de la revista L7D y conocer la Hermandad.
Esta vertiente cultural se completa con la diferente cartelería, así como con el concurso escolar de Microrrelatos dentro del programa “Dolorosa en las aulas” que este año avanza ya por su tercera edición y que cuenta cada día con una mayor participación. Hace unos días se fallaba el premio de este año y el jurado destacaba el gran nivel de los trabajos y la acentuada participación. En esta edición de 2024 han participado más de 300 niños, lo que supone un gran impacto de la Hermandad en los colegios.
El planteamiento cultural de la Hermandad ha dado la oportunidad de publicar el libro Las Últimas Miradas escrito por el M.I. Sr. D. José Cascant Ribelles, consiliario de la Hermandad, y por un servidor. El libro que tiene fines solidarios, recoge la justificación y el verdadero sentir de ese nuevo acto para la noche del Jueves Santo, del cual me siento muy orgulloso. Un acto que necesita tiempo para consolidarse dentro de la Semana Santa pero que va, sin duda alguna, por el buen camino. Un éxito que está ligado a la mayor de mis decepciones como Hermano Mayor: el de no poder salvar el Encuentro con el Nazareno. Es una espina clavada que está ahí. Habrá quien piense que todo fue una cuestión de testosterona de dos hermanos mayores, de dos directivas. Pienso que no lo fue, o por lo menos desde esta parte. La situación llegó a un punto empujada por el Nazareno que resultó irreconducible. No obstante, si alguien piensa que debiera haber hecho más por mi parte, solo me queda pedir perdón, pero también les digo que tengo la conciencia muy tranquila pues todos y cada uno de los pasos que se dieron contaron con el beneplácito del consiliario de la Hermandad.
Siguiendo con el saldo negativo debería hacer mención al carácter especial de la Hermandad. Una cofradía de personas que siendo una de las más numerosas de la ciudad, que sufrió un serio revés durante la pandemia dándose muchos hermanos de baja, sigue siendo muy poco participativa en los actos programados fuera de la Semana Santa. Todo y que se ha intentado haciendo uso de las nuevas tecnologías (grupos de difusión, redes sociales y página web) no se ha conseguido. A veces, demasiado acercamiento tampoco es demasiado bueno. Les invito una vez más a reflexionar sobre qué clase de hermanos quieren ser: verdaderos hermanos o hermanos a la carta. Como en la vida uno siempre tiene que velar por el compromiso, no hay espacio para las dudas y titubeos. Es decir, para las medias tintas. O se es o no se es.
Pero, sin duda alguna, si hay que subrayar en mayúsculas algún logro este es sin duda la puesta en marcha de DOLOROSA MUSEO, el gran desconocido de la ciudad. Un museo obra de una junta directiva entregada en cuerpo y alma, que sin su implicación no hubiese sido posible. Un museo de la Hermandad que pone al alcance de todos su amplio patrimonio. Un proyecto único en la ciudad con el que la Hermandad ayuda a engrandecer la Semana Santa de Gandia. En torno a este museo, escenario de numerosos actos sociales y culturales, se ha publicado un libro-catálogo de la exposición Dolorosa Real y se ha estrenado el documental DOLOROSA REAL: DOLOROSA MUSEO.
Un museo que abre sus puertas con la aceptación por parte de S.M. el Rey Felipe VI del cargo de Hermano Mayor Honorario de la Hermandad. Un hecho que ocurrió siendo Hermano Mayor, Juan Alama. La redacción de un completo dossier fue el primer paso imprescindible para la consecución del título de Real Hermandad en 2020, sin duda alguna, el hito más importante de la historia reciente de la Hermandad.
Otro de los proyectos importantes de este período ha sido la construcción de un nuevo carro hidráulico para la Virgen Dolorosa –que tantos problemas nos ha dado– que nos permitiese vestir a Nuestra Madre en DOLOROSA MUSEO. Tras varias modificaciones en el proyecto y el cambio del tipo de ruedas, este se encuentra ya listo para procesionar con todas las garantías. El problema del año pasado ha sido resuelto y esperamos que esta vez pueda desfilar sin problemas.
También en el apartado de secretaría se ha hecho un gran trabajo poniéndose al día la base de datos de hermanos. Un proyecto que se situó como uno de los prioritarios y que ha sido posible con la tenacidad del secretario, Rafael García. Hoy en día la Hermandad cuenta con un censo completamente digitalizado.
La acción social también ha desempeñado un papel importante durante los últimos años. El concierto solidario de apertura de la Semana Santa de Gandia es una de las iniciativas que se ha instaurado. Un concierto dentro de la campaña “Sonidos Solidarios” que va ya por su cuarta edición y que durante todo este tiempo se ha encargado de recaudar fondos para diferentes instituciones como Cáritas interparroquial, los Franciscanos de Palma de Gandia o el Preventorio Infantil de Real de Gandia, entre otros.
Durante estos años también se han adaptado los nuevos estatutos de la Hermandad al modelo del Arzobispado de Valencia, –los terceros desde la Refundación– y también se han redactado las nuevas normas de régimen interno. Tanto en uno como en otro se incorporaba la nueva figura de la Hermandad, el de “Amigos de la Dolorosa”. Una forma más de abrir la Hermandad más allá de la propia cofradía.
Lo importante es que mejor o peor, se ha logrado afrontar, junto a la directiva, cada uno de los retos a los que nos hemos enfrentado. Y cada una de las decisiones se han tomado pensando en el bien general de la Hermandad. La Hermandad queda y nosotros estamos solo de paso. Y esto que parece tan sencillo hay gente que no lo tiene claro. Espero que mi sucesor tenga más suerte y no encuentre tantos palos en las ruedas como los que he tenido que sortear yo hasta el último momento. Las asambleas han sido tremendas y un verdadero sufrimiento que ha generado el rechazo de muchos hermanos que han decidido no acudir a ellas por no presenciar el “espectáculo” de algunos ex hermanos mayores.
Termino aquí una etapa de mi vida. Un período al que siempre estaré agradecido a la Hermandad. Me marcho con muchísimos gratos recuerdos. Nunca podré devolverle a la Hermandad lo mucho que esta me ha dado espiritualmente durante todo este tiempo. Siempre estaré en deuda con ella. Mi fe ha salido infinitamente alimentada gracias a ella.
Es el momento de una despedida que pensé que nunca iba a llegar. He tenido el privilegio de ocupar durante ocho años este cargo. Y durante todo este tiempo he conocido a gente maravillosa. A gente de diferente índole. Cuando accedí al cargo la relación de la Hermandad con la dirección de la Semana Santa de Gandia no era la mejor. Pues bien, con diálogo y entendimiento hoy en día la relación es más que cordial. Lástima que no resultara igual de cordial con la anterior presidenta, con la que resultaba francamente imposible converger.
Quiero expresar mi más profundo agradecimiento a cada uno de los miembros de la junta directiva. Han sido mi equipo, mis compañeros de trabajo y, sobre todo, mis amigos durante este tiempo. Y espero que sigan siéndolo por muchos años. Su apoyo incondicional, colaboración y dedicación han resultado fundamentales para el buen hacer de nuestro trabajo. Juntos hemos enfrentado obstáculos, celebrado alegrías y hemos construido un legado que perdurará en el tiempo. Un legado que esperamos que el nuevo Hermano Mayor sepa mantener sin vacilaciones. Es verdad que se ha hecho mucho, pero todavía queda mucho por hacer. A mí siempre me tendrá ahí para lo que considere, en una segunda línea, como he encontrado yo ese apoyo en casi todos los ex hermanos mayores. Muchísimas gracias por vuestros sabios consejos.
No quisiera finalizar sin antes agradecer públicamente todo el apoyo incondicional que he recibido en lo personal por parte de mis seres queridos. Gracias por estar siempre ahí y perdón por todo el tiempo que os he robado. Espero a partir de ahora devolvéroslo con creces.
Ha sido un verdadero honor y un privilegio ostentar este cargo y servirles con dignidad. Que la Virgen Dolorosa nos siga guiando en nuestras vidas, todos los días de nuestra vida.