.
Dña. Clara Carbonell Frasquet nació en Gandia el 23 de septiembre de 1973. Ingresó en la Real e Ilustre Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores en 2013. Desde muy pronto supo que su puesto estaba junto a la Virgen Dolorosa, pasando a ser portadora.
Sus primeros años de escolarización los pasó en el colegio de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, colegio en el que su madre fue profesora. Fue precisamente su madre, quien se encargó de inculcarle los valores cristianos desde muy corta edad, desarrollándolos en el seno de una familia creyente. Unos valores que le han servido para crecer como persona y vivir desde la fe. Estudió BUP y COU en el Instituto María Enríquez de Gandia y posteriormente cursó sus estudios de Ingeniería Agrónoma en la Universidad Politécnica de Valencia. En su trayectoria profesional ha desempeñado cargos de dirección general en la administración pública. Actualmente trabaja en la empresa STV Gestión, empresa de servicios, gestionando el mantenimiento de las zonas verdes en diversos ayuntamientos.
¿Qué sintió cuando fue nombrada Camarera de la Hermandad?
Siempre he vivido la Semana Santa desde la Fe y el respeto en que me educaron mis padres y he tenido una especial devoción por Nuestra Virgen. Así que, cuando me nombraron Camarera de la Hermandad, fue un sueño hecho realidad.
¿Qué significa para usted el cargo de Camarera de una Hermandad Real?
Ser Camarera de una Hermandad Real es todo un privilegio. Es una gran responsabilidad que asumo con orgullo y entrega.
Es la séptima camarera que ha tenido la Hermandad desde su Refundación. Recoge el testigo de Dña. Raquel Alama Valls quien completó el período máximo de ocho años. Cuando entró a formar parte de la Hermandad en 2013, ¿se imaginó poder ostentar algún día este cargo tan importante?
La verdad es que no. Ni siquiera pensé en el momento que ingresé en la Hermandad que tendría la oportunidad de ser portadora y he tenido ese gran honor. Ahora, unos años más tarde, podré sentirme orgullosa de seguir a Nuestra Virgen unos pasos más atrás.
¿Por qué se hizo cofrade de esta hermandad?
Desde pequeña iba con mis padres a ver las procesiones del Viernes Santo y cuando pasaba Nuestra Virgen sentía algo especial. A mi madre siempre le decía que iba a hacerme cofrade. Cuando ella falleció, sentí la necesidad de hacerlo, por ella…
¿Cómo recuerda el momento de la petición formal de la aceptación del cargo de Camarera de la Hermandad?
Me quedé sin palabras… Cuando reaccioné dije de inmediato que sin duda alguna. Que representaría a la Hermandad como se merece e intentaría estar a la altura de nuestra Virgen, de su Directiva y sus cofrades.
Es la segunda de tres hermanas. ¿Cómo reaccionaron cuándo les comentó la propuesta que le acababan de realizar?
Mis hermanas y yo estamos muy unidas. Ellas lo viven todo igual que yo. Para ellas fue un momento muy emotivo y sé que me acompañarán en esta andadura.
Su madre, Paqui, desgraciadamente ya no se encuentra entre nosotros. Estoy convencido de que le hubiera hecho muchísima ilusión acompañarle en este nuevo proyecto. Imagino que fue una de las personas con las que más pensó en el momento de la aceptación del cargo.
La primera… Mi madre tenía una fe ciega en la Virgen, que nos inculcó de muy pequeñas. Ella fue profesora en el colegio Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús y siempre nos ha educado desde el respeto. Estoy segura que estará orgullosa de mí y me acompañará en este nuevo camino que voy a comenzar.
Y su padre Vicente, ¿cómo reaccionó?
Mi padre, después de ser mi abuelo Vicente, ha tenido el honor de ser portador de la Virgen de los Desamparados en Valencia. Cuando le comuniqué la noticia sintió una gran alegría y me dijo que sería una gran representante de la Hermandad.
Las redes sociales han sido testigo de la reacción de la gente tras conocer la noticia. Fueron centenares el número de felicitaciones. ¿Qué sentimientos afloraron al ver tanto apoyo?
Sé que la Semana Santa de Gandia se vive mucho y con mucha pasión, pero me sorprendió muchísimo el acogimiento que tuve al saberse mi nombramiento. Por ello, espero no defraudarles.
Ser Camarera es un cargo de responsabilidad que va más allá de ser la máxima responsable de todo aquello relacionado con la Virgen, su ajuar, vestirla, las flores… Es un puesto también de alta representación de la Hermandad. ¿Coincide con ello?
Totalmente. Es vivir la semana Santa con la misma intensidad, pero con una emoción añadida. No se trata solo de lucirla por fuera, sino de sentirla por dentro.
¿Qué supone para usted el hecho de poder vestir a la Virgen Dolorosa?
Desde que entré a formar parte de la Hermandad, no he fallado ningún día cuando iban a vestirla. Te impresiona y emociona mucho verla tan cerca,…
¿Por qué decidió ocupar el cargo de portadora de la Virgen desde que ingresó en la hermandad?
Llevar a hombros a nuestra Virgen es un gran orgullo. Cuando entré en la Hermandad me ofrecieron tal honor y no pude negarme. Son momentos muy gratificantes y emocionantes el estar tan cerca de nuestra Madre.
¿Qué se siente desfilar junto a la Virgen en las diferentes procesiones? Algún recuerdo o anécdota?
Es algo muy especial. Yo me emociono mucho cuando la tengo tan cerca.
Anécdotas y recuerdos hay muchos: ahora mismo me acuerdo del Viernes de Dolor, cuando se decidió que la llevábamos a hombros, sin ruedas, creía que todo el peso lo llevaba yo… pero es tanto el sentimiento que cuando pasa no te duele nada.
El Jueves Santo, el vía crucis del Viernes Santo o la procesión general del Viernes Santo. ¿Cómo de iguales o diferentes son desde esa visión privilegiada de portadora?
Para mí todos son importantes, pero si me tengo que quedar con alguno, me quedo con la procesión del Jueves Santo.
¿Se imagina, lo mismo, pero esta vez desde el puesto de Camarera detrás de la Virgen?
Estoy deseándolo….
¿Cómo ve a la Hermandad después de cumplirse ahora un año desde la consecución del título de Real?
Veo una Hermandad (directiva) muy activa y posicionada. Ha sido un logro y todo esto por el empeño que ha puesto Nuestro Hermano Mayor, Joan Estornell.
La participación de los hermanos en los actos más allá del Jueves y Viernes Santo es un punto pendiente de mejora en la Hermandad ¿Cómo cree que se podría cambiar la dinámica?
Es muy complicado, ya que somos mucha gente, pero nuestra Directiva va muy bien encaminada, de hecho ya se han hecho muchísimas cosas nuevas, como el museo,… Ahora no tenemos muchas opciones, pero estoy segura de que se podrán hacer actos en los que participarán todos los cofrades.
Para finalizar, ¿Qué les diría a los cofrades de la Hermandad después de conocer que por tercer año consecutivo no vamos a poder desfilar junto a Nuestra Madre Dolorosa?
No solamente somos cofrades por el desfile. Ser cofrade de esta Real e Ilustre Hermandad supone servir a nuestra Virgen Dolorosa en cada momento ya sea procesionando o acompañándola en todos los actos que se realicen. Por tanto, les animo a participar, en la medida de las posibilidades que tengamos debido a la situación actual.