> Texto: Fernando Chorro
En noviembre del año pasado la Semana Santa de Gandia homenajeó a nuestro admirado hermano Jesús Montolío Escrig, por su entrega generosa y ejemplo de buen hacer como Presidente de la Junta Mayor durante los últimos ocho años.
Hay que destacar la asistencia a los actos de dicho homenaje de: el Sr. Abad, el Sr. Alcalde, la Presidenta de la Junta Mayor, la Madrina de la Semana Santa 2013, la Concejala Delegada y el Rector del Seminario Mayor, entre otras personalidades, así como numerosos miembros de las diversas Hermandades de Gandia.
En primer lugar se celebró, en la Colegiata, una Eucaristía de acción de gracias, presidida por el Sr. Abad, con una gran participación de todas las Hermandades. A continuación, tuvo lugar una cena de confraternidad. En este acto diversas personas elogiaron la forma de ser de Jesús Montolío, subrayando diferentes aspectos de gran tarea al frente de la Semana Santa. Momentos muy importantes fueron: la lectura de una carta de adhesión del Arzobispo de Valencia; la imposición de la insignia de oro y brillantes de la Junta Mayor, por parte de su Presidenta; la entrega del escudo de oro de la Ciudad por el Sr. Alcalde. De una extraordinaria emotividad para los hermanos “dolorosos” fueron las intervenciones de:
Antonio Picot Pellicer, que habló representando el sentir de las Hermandades. De su intervención queremos destacar estas palabras:“Tu ilusión, Jesús, era conseguir Hermandades fuertes, unidas en el bien común, sin olvidar que la fortaleza de las Hermandades pasa por tener una Junta Mayor modélica en su quehacer diario. Y ese ha sido tu trabajo, arriesgarte para ir detrás de un sueño: primero a ayudar a otros a crear una Semana Santa de Gandia enraizada en sus más altos valores religiosos, sociales, culturales, y artísticos; y luego a consolidarla. Porque llevar a cabo la tarea que tú has realizado al frente de algo tan querido por los gandienses, como es SU SEMANA SANTA, significa trabajar por las raíces de la cultura y patrimonio religioso de Gandia. Has servido a la Semana Santa gandiense con tesón, ahínco y no contando horas. Tu familia, primero tu mujer Lola y tus hijos Inma y Jesús, y luego Lorena y Andrés, han estado a tu lado en todo momento y te han animado a seguir trabajando en beneficio de Gandia desde su Semana Santa.” Inmaculada Montolío Falquet, como hija, habló en nombre de la familia. De las cariñosas palabras dedicadas a su padre podemos subrayar: “Gracias por habernos educado, con tenacidad, en esos valores cristianos tan necesarios en la compleja sociedad de hoy en día, y por inculcarnos la importancia de ser una familia unida, como la nuestra.”
Jesús Montolío Escrig hizo un resumen de su trayectoria en la Semana Santa y expresó su agradecimiento a todas las personas que han trabajado en su consolidación y engrandecimiento. De sus palabras podemos destacar su recuerdo a los que nos precedieron en nuestra Semana Santa: “Un reconocimiento permanente de gratitud a nuestros antecesores, que nos dejaron, con la Semana Santa, una hermosa y gran herencia. Este recuerdo agradecido supone una gran exigencia para los que estamos aquí: poder dejar el legado de unas Hermandades con autenticidad y coherencia cristiana.”
Con el orgullo que sentimos por todo lo que ha realizado Jesús Montolío Escrig, nuestro hermano y amigo, no podemos terminar este escrito sin dejar constancia de una situación, que no es fruto de la casualidad: Alfonso Peiró Castillo (†) (1963-1973), Antonio Picot Pellicer (1988-1996) y Jesús Montolío Escrig (2004-2012).Todos ellos fueron presidentes de la Junta Mayor de Hermandades y que provenían de la Hermandad de la Virgen Dolorosa. En total veintiséis años de los cincuenta y ocho de existencia de la Junta Mayor de Hermandades de la Semana Santa de Gandia, lo que significa, el 44,8 % del tiempo, la Junta Mayor ha estado presidida por un cofrade “doloroso”. La explicación de este hecho está en la forma de ser cofrade de Alfonso, de Antonio y de Jesús. Cada uno de ellos, sin dejar de sentir profundamente su Hermandad, ha concebido la Semana Santa de Gandia como un proyecto común de todas las Hermandades y a ella le han dedicado todo su esfuerzo y sus muchos valores. Es una profunda lección de estos grandes hermanos nuestros, que debe estar siempre presente entre nosotros y debe orientar el modo de actuar en nuestra Hermandad de la Virgen Dolorosa: trabajamos por nuestra Hermandad, como una forma de servir a la Semana Santa, que es un instrumento de la Iglesia. Por tanto, servimos todos a un mismo Señor, estando bajo la protección de una misma Madre.
