Real e Ilustre Hermandad de la Dolorosa
Grupo escultórico
Hábito
Cirial/Báculo
Estandarte
Dónde estamos
Contacto
El 22 de marzo de 1989 nació la Procesión Penitencial de los Siete Dolores de la Virgen María. Un acto de reflexión que surgió como complemento al acto litúrgico que se venía celebrando desde 1983 en la Insigne Colegiata. Acompañar a la Virgen en su camino de dolor, desde el silencio y máximo respeto, es el principal cometido de un acto abierto a toda la filegresía.
Algunos de los fundadores hablan de cómo nació la procesión de los Siete Dolores de la Virgen Dolorosa. Son recuerdos y vivencias propias que muchos guardan como oro en paño. Son recuerdos que nos dan una idea de la profunda devoción y veneración que sentían y sienten por nuestra Madre. Presente y pasado se unen bajo el mismo sentimiento de amor.
Nos tenemos que remontar al siglo XI para encontrar los primeros indicios sobre la devoción a los Dolores de la Virgen. La procesión de la Virgen Dolorosa no se instaurará hasta a principios del siglo XV. En 1667 se aprobó oficialmente el culto a los Siete Dolores de la Virgen María y el Papa Pío X, en el siglo XX, fija la celebración de la Dolorosa el 15 de septiembre.